jueves, 24 de septiembre de 2009

Bailando en Chacarita

Dadas las circunstancias,
Pisando la madrugada
Descubro mi juego,
El juego que quiero
Que me nutre y me divierte.
Opte por la soledad
Esa que no lastima,
La elegida.
Llegando al andén
El frió se hizo sentir
Y la espera –como era de esperar-
No llegaba a su fin.
En el marco de tal situación
Se encontró la solución.
Primero el mío,
Luego el de todas,
Nuestros cuerpos comenzaron a moverse,
Danza energética,
Aliviadora.
La morocha,
Las dos señoras
Y hasta los perros
Acompañaron la acción con su canto ensordecedor,
Ladridos a todo lo que tiene motor.
La brisa era viento,
Un manto frío, pesado y furioso
Que nos golpeaba y
Caricias bruscas nos brindaba,
Soplaba y soplaba
Mientras
Bailábamos para no adormecernos temblando,
Para no endurecernos en la estación.